Tóxicos

La contaminación química medioambiental a la que estamos expuestos y sus efectos nocivos sobre nuestra salud es una realidad de la que tenemos bastante conciencia. Aunque podemos pensar que se trata de un problema más o menos ajeno a nosotros, nada más lejos de la  realidad. Las sustancias tóxicas están más cerca de nosotros de lo que nos imaginamos y las sufrimos a diario en nuestros propios hogares. Teniendo  en  cuenta que aproximadamente el  50% de nuestro tiempo lo pasamos dentro de nuestros hogares, supone una exposición considerable.
Nuestras casas actuales lejos están de parecerse a las casas de nuestros antepasados, donde podíamos encontrar sustancias naturales como  madera, piedra, arcilla…nada más. La expansión de la industria química ha traído a nuestros hogares ingentes cantidades de sustancias sintéticas, muchas de ellas con propiedades tóxicas. Si además añadimos el hecho de que  estas sustancias pueden combinarse y reaccionar entre  sí y con las naturales generando otras nuevas a veces más peligrosas, nos  hacemos una  idea del complejo y nocivo coctel  químico al que nos  exponemos.
Una parte de estas sustancias químicas se liberan desde los materiales que los contienen integrándose en nuestro ambiente interior de la casa formando parte del aire y polvo que nos  rodea. A través de la respiración, ingestión y absorción cutánea llegan a formar parte de nuestra  química. Así lo demuestran numerosas investigaciones científicas que confirman la presencia de estos tóxicos en sangre, grasa, orina, ovarios, hígado, mamas femeninas, leche materna, líquido amniótico, placenta, cordón umbilical, etc.
La  lista de estas sustancias tóxicas puede ser  interminable pero algunas de las más preocupantes son:
Disolventes, esteres de glicol basados en  etileno, tetracloroetileno, tricloroetileno, compuestos orgánicos volátiles como formaldehido, benceno, tolueno, estileno, xileno; ftalatos, compuestos perfluorados, bisfenol A, retardantes de llama, alquifenoles, azmizcles sintéticos, metales pesados, hidrocarburos aromáticos policíclicos, organoclorados…


Las podemos encontrar en productos de limpieza, ambientadores, biocidas, anti-mohos, pinturas, detergentes, plásticos, electrodomésticos y electrónica, muebles y maderas, alfombras y moquetas, suelos, materiales de construcción de paredes y techos, aislamientos, ropa, productos de aseo y cosmética, agua,  comida….
Las exposiciones químicas en el hogar no están apenas estudiadas y mucho menos reguladas ni controladas. No se sabe debidamente cómo pueden afectarnos los tóxicos en las condiciones particulares que se dan  en nuestro hogar. Se desconocen los efectos que pueden tener en nosotros la exposición de múltiples contaminantes a bajas concentraciones y a largo plazo y mucho menos los de los productos secundarios resultantes de la mezcla entre ellos. Tampoco se conocen los efectos que pueden tener en poblaciones más vulnerables como niños, fetos o embarazadas.

Esta exposición supone una amenaza invisible. Nos cuesta relacionar con perjuicio algo que nos  resultar agradable al gusto, olfato o tacto o nos hace sentir mas atractivos. Centenares de estudios científicos muestran que exponerse a estas sustancias tóxicas puede incrementar el riesgo de padecer enfermedades. Por lo tanto reducir estos tóxicos puede ayudarnos a luchar contra esos problemas de salud, entre los que se  encuentran:
-Problemas en  el  embarazo: abortos, partos prematuros, malformaciones congénitas, bajo peso al nacer, problemas futuros en el feto como alteraciones en el desarrollo neurológico y reproductivo.
-Trastornos en el desarrollo cerebral infantil como retraso mental, TDAH, trastornos de conducta.
-Alergias
-Asma
-Problemas inmunitarios: enfermedades autoinmunes, inmunosupresión.
-Trastornos endocrinos. Disruptores hormonales.
-Cáncer de mama, pulmón, próstata, melanoma, leucemia.
-Infertilidad
-Neurotoxicidad
-Hipersensibilidad
-Intoxicaciones agudas

Un error que  cometemos en general es pensar que  “alguien” vela por nosotros y que todo lo que se vende, se vende porque está estudiado y controlado y no entraña peligro para la población. Esto no es así. Por desgracia a veces existen otros intereses que priman más. Por esto es fundamental que cambiemos nuestro enfoque y adoptemos una posición más madura, que nos haga ser más críticos con el consumo de estas sustancias y más conscientes del riesgo que entraña su exposición para nuestra salud y la de nuestros hijos. En nuestra mano entonces está buscar alternativas más saludables. Desde usar los mismos productos de siempre pero de forma más racional, prescindiendo de lo prescindible , utilizándolos en menores cantidades y adoptando más medidas de precaución, hasta usar productos realmente ecológicos ya comercializados o elaborados de forma  casera.

Hasta aquí os he expuesto de forma  resumida lo que podréis encontrar de manera extensa y muy bien desarrollada en la página web http://www.hogarsintoxicos.org/ . No dejéis de consultarla, os será de gran ayuda.
También os recomiendo consultar http://www.vidanaturalia.com/ y
www.cremas-caseras.es .Si os gusta hacer vuestros propios productos  de limpieza y cosmética, en ellas encontrareis mucha información e ideas.
Cremas para el sol seguras: cómo elegir fotoprotectores solares no tóxicos y respetuosos con el medio ambiente.
http://www.drlopezheras.com/2014/07/cremas-para-el-sol-seguras-como-elegir.html

Proyecto INMA. www.proyectoinma.org .Proyecto de investigación acerca de los efectos nocivos de contaminantes ambientales presentes en aire, agua y dieta durante el embarazo e inicio de la vida y sus efectos en el crecimiento y desarrollo infantil.