¡Hoy
para comer, arroz con….arsénico!
La contaminación por arsénico de nuestros alimentos
es una realidad. Siempre ha existido. El arsénico es un elemento químico que
encontramos de forma natural en nuestro medio ambiente. Procede fundamentalmente
de fuentes naturales como la erosión de rocas, erupciones volcánicas…Pero la
contaminación generalizada de los cultivos a partir de otras fuentes, como la “mano
del hombre”, contribuye a elevar de forma progresiva los niveles de arsénico en
los alimentos, con el riesgo que eso supone para nuestra salud. En la
naturaleza podemos encontrar el arsénico en dos formas:
- Arsénico orgánico: es el que encontramos en tejidos vegetales y animales. Tiene menor efecto tóxico.
- Arsénico inorgánico: se encuentra en rocas, suelo o disuelto en agua. Esta es la forma más tóxica.
El
arsénico se encuentra naturalmente en el agua, suelo y las rocas y sus niveles
pueden ser mayores en algunas áreas que en otras. Esto ocurre por ejemplo en
las aguas subterráneas de algunos países
como Argentina, Bangladesh, Chile, China, India, México o E.E.U.U. Otras
fuentes de contaminación incluyen ciertos plaguicidas y herbicidas,
conservantes de la madera, fertilizantes de fosfato, residuos industriales,
actividades minerales, la quema de carbón y la fundición. Este arsénico llega a
aguas subterráneas contaminando pozos y acuíferos, que son utilizados para el riego
de cultivos y consumo humano; o es absorbido directamente por
las plantas, como es el caso de pesticidas, entrando fácilmente en nuestra
cadena alimentaria a partir de la ingesta de vegetales y animales.
¿Dónde podemos
encontrar niveles más altos de arsénico?
El
arsénico se encuentra en casi todos los alimentos y bebidas que ingerimos, pero
en pequeñas cantidades, lo que no supone riesgo para nuestra salud. No obstante,
podemos encontrar niveles relativamente altos en algunos alimentos como:
- Agua
corriente contaminada apta para el consumo humano.
- Mariscos,
pescado, camarones, contienen niveles más o menos
altos de arsénico orgánico. Pero mejillones
y ciertos tipos de algas pueden
contener también la forma inorgánica.
- Arroz
y productos realizados a base de arroz como leche
de arroz, galletas, barritas, salvado…El arroz supone la mayor fuente de
arsénico inorgánico. Puede contener hasta 10-20 veces más que otros cereales.
El
tabaco es otra fuente importante de adquisición
de arsénico inorgánico, ya que la planta de tabaco natural lo absorbe fácilmente del suelo y agua.
Se
aconseja la ingesta de cereales integrales en general por su mayor contenido en
nutrientes con respecto a los refinados. Pero precisamente el arroz integral es más susceptible a la
contaminación por arsénico si lo comparamos con el arroz blanco. El hecho de
que su cultivo requiera grandes cantidades de agua que puede estar contaminada,
el acumulo de arsénico en el suelo de los campos de cultivo y la especial
facilidad que tiene este cereal para absorberlo del agua o del suelo, lo hacen especialmente susceptible.
¿Qué efectos puede
tener sobre nuestra salud?
Habitualmente
el arsénico se encuentra en la dieta en bajas cantidades y es rara la intoxicación
aguda por esta sustancia. Existen estudios serios donde se relaciona la ingesta
a largo plazo de arsénico inorgánico y problemas de salud. Entre ellos se
describen:
- Desarrollo de diversos tipos de
cáncer. El arsénico es un conocido carcinógeno en tejidos como la piel, vejiga,
hígado, riñón y pulmón.
- Enfermedades cardiovasculares e
hipertensión.
- Lesiones cutáneas
- Diabetes Mellitus tipo 2.
- Neurotoxicidad y alteración de la
función cerebral. En niños y adolescentes se ha asociado con trastornos de la
concentración, aprendizaje y memoria y reducción de inteligencia y competencia
social.
- Efectos adversos en el feto tras la
exposición en embarazadas, aumentando el riesgo de defectos en el nacimiento y
en el desarrollo posterior
Este riesgo se ve aumentado en grupos de población que son más vulnerables o que su ingesta de arroz se ve incrementada. Estos son los niños pequeños y mujeres embarazadas y aquellos que toman dietas libres de gluten u otros cereales.
¿Cómo podemos
minimizar la ingesta de arsénico?
- Dejar en remojo el arroz desde la
noche de ante en una proporción de una parte
de arroz por cinco de agua no contaminada. Rebaja el arsénico en un 80%.
- Lavar bien el arroz antes de
cocinarlo.
- Cocer el arroz con agua abundante
no contaminada mineral o filtrada.
- Si consume mucho arroz no abuse del
arroz integral. Los arroces aromáticos, basmati o jazmín, pueden ser una buena
opción.
- Elija arroz de la región de Himalaya,
norte de India, Pakistán y Nepal.
- Evite arroz que se cultive durante
la estación seca. El uso de agua contaminada es más común durante ese tiempo.
- Diversifique su dieta. No debe ser
dominada por un tipo de alimento. Así se asegura que recibe todos los
nutrientes necesarios y no se excede en posibles tóxicos que puedan ser contraproducentes.
A continuación os dejo algunos enlaces donde podéis
ampliar la información. Entre esta información se encuentra un mapa de distribución
del arsénico en España muy interesante.